martes, 24 de enero de 2012

Un funcionario público es inocente hasta que Uribe lo defienda

¡Claro que nos entristece la situación desesperada en que se encuentran estos hombres!

Nos referimos a ciudadanos de intachable conducta y ajenos por naturaleza a todos los delitos habidos y por haber. No obstante, si llegaran a cometer alguno, podría ser éste: permitir que los pillasen.

Sí, estamos hablando de aquellos ciudadanos ejemplares que hoy se hallan bajo acusación seria de la Fiscalía, y que en su día fueron empleados de ese gobernante ejemplarísimo que es Álvaro Uribe.
Sí, pobrecitos: están ellos en la peor de las situaciones. Todos conspiran en contra suya. Todos, y Uribe el que más.

¿El expresidente? Sí, Él, que los tiene en una situación bastante desesperada, puesto que a las acusaciones de la Fiscalía deben agregar otra más grave que todas las demás juntas…, y es la defensa pública que el mismo Uribe les viene haciendo.
¡Convertir una defensa en una acusación de gran peso¡…: he aquí otro de los asombrosos y exclusivos prodigios de este expresidente ejemplar. Milagro que sin vacilar nosotros le aplaudimos y las cárceles todas le agradecen.

¿Y cómo lo logró? ¡Fácil! A lo largo de su vida pública y privada, Uribe no ha hecho otra cosa que defender en forma vehemente y tenaz a funcionarios que se hallan entre la culpabilidad y la inocencia.
Y lo digno de asombro es que los ha defendido tan bien, pero tan bien, que tras cada defensa suya, esos funcionarios, no solo no vieron aumentada su inocencia un punto, sino que, por el contrario, resultaron mucho más…, pero muchísimo más culpables que antes.

Y ante esta costumbre que ya hizo norma, nuestro sistema acusatorio se ha visto precisado a hacer suyos dos nuevos criterios.
Uno, que una defensa del expresidente es un indicio muy serio de una culpabilidad mayor; y el otro, que “Todo exfuncionario es inocente hasta que Uribe, mediante defensa, insinúe lo contrario”.

Pero, si bien se mira, lo que Uribe hace es atentar en forma fatal contra la presunción de inocencia de sus exfuncionarios. Y esto no ha de quedar impune.
Esperamos entonces el día en que la Fiscalía decida hacer lo que en este caso debería hacer, y es… ¡iniciarle a Uribe formal proceso por el gravísimo delito de “defensa acusatoria”!

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