viernes, 30 de marzo de 2012

Una voz de ánimo a la “cola” más bonita de Colombia

Caricatura de Margarita Molano

Y sí, el cobro de aquella indemnización se desparramó con rapidez increíble.
Para ser exactos, se esparció a la velocidad asombrosa que adquiere el chisme cuando pasa de mujer a mujer.

Es decir, que esta noticia del cobro corrió a la velocidad del chisme, que, como todos bien lo sabemos, es casi igual a la velocidad de la luz.
Y así, el mundo entero quedó informado de que la tal indemnización asciende a la bonita suma de 400 millones de pesos, y que quien en persona y en plata la está exigiendo es cierta cola muy importante y, ¡claro!, muy sobresaliente.

¡Y quién lo iba a creer: aquel alicaído y redondito trasero que pone la cara para cobrar, y he aquí que la infaltable solidaridad pone la suya para apoyarlo¡
Y de qué manera. Porque lo cierto es que  esta cobranza insólita despertó en los levantiscos glúteos nacionales una solidaridad de cuerpo impresionante.

Muchísima, sí. Pero… ¿por qué?
Por dos razones. La primera es laboralmente simple y es esta: porque las leyes actuales del mercado establecen que trabajadora que deje averiar su cola es trabajadora que se queda  automáticamente sin empleo.

Y la segunda, femeninamente conmovedora y es la siguiente: porque la cola de la que hablamos y que entró en pérdida veloz de empleo pertenece a esa hermosa y buena trabajadora  que es Jessica Cediel.
Numerosísimos fueron pues los traseros que se sentaron a escritorio, y se atrevieron a escribir y a enviar sus inspirados mensajes de ánimo y solidaridad.

Dicho esto, pasamos a trascribir el mensaje de solidaridad que logró levantarle el semblante a esta colita insigne, y de paso a su propietaria y eficiente administradora.
Así reza el texto con glúteo acento:

“Qué carácter tan fuerte y arrollador han desplegado ustedes dos en este tan sonado e histórico episodio de la chispeante vida nacional.
 “Por todo lo cual nos preguntamos: ¿por qué carajo seguir siendo apenas la cola de Jessica Cediel? ¡Si ustedes dos, benditas y maravillosas nalgas, son algo más que una cola! ¡Mucho más!

“Son las dos más redondas y poderosas personalidades que ha dado el mundo del espectáculo. Y como en realidad lo son, cada cual tiene por lo menos que tener un nombre. Uno…Uno que por siempre la haga brillar con luz propia.
“Entonces se los pondremos como parte de nuestro homenaje. Usted, la que se yergue a la derecha y al medio del dios cuerpo, se llamará Jessica. Y usted, la de la izquierda, Cediel.

“Y así, para el mundo ustedes serán en adelante Jessica y Cediel. Y juntas significarán para Bogotá lo que Rómulo y Remo significaron en su día para Roma, y Garzón y Collazos para un sector de la música colombiana.
“Gracias a las muestras de entereza  y valor civil que Jessica y Cediel han dado, el nalguerío nacional se halla más erguido, más levantado y más orgulloso que nunca.

“De ustedes dos, admiradas Jessica y Cediel, acabamos de recibir las más importantes lecciones de nuestra vida.
“Aprendimos varias cosas. Sabemos ahora que poseemos dignidad y que profesamos unos principios y unos valores.

“Sabemos hoy que para conservar el arsenal de dignidad, principios y valores que nos caracteriza hay que pagar un precio muy alto.
“Nos damos cuenta que nosotros no tenemos que pagar ese precio: que quien ha de cancelarlo es el cirujano estético que la embarre.

“Y sabemos, gracias a ustedes, Jessica y Cediel, que el precio de nuestra dignidad, nuestros principios y valores asciende hoy en día a ¡400 millones de pesos!
“¡Como para hacernos ricas! ¡O a hacernos rico, si así lo prefieren!

“Y cuenten, en fin, con el apoyo incondicional y eterno de la Asociación colombiana por la dignidad de los traseros femeninos”.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Que jamás cunda el sexo femenino en huelga de hambre


40 estómagos insurrectos llegaron hace algunos días a la muy pastusa plaza de Nariño.
La ocuparon con la intención seria de protestar.

Iniciaron luego la ordinaria huelga de hambre.
¿Iniciaron? Dije mal. Debí decir, mejor, que continuaron en ella. Porque estos son buches que proceden de un pueblo pobre, en el que el hambre nunca falta…

Cómo va a faltar si, como sus habitantes mismos rezan, el hambre allí es “el pan nuestro de cada día”.
No llegaron solos. Si se les examina más de cerca, se advierte de inmediato que cada buche se halla cómodamente instalado en un cuerpo de mujer.

Quiero decir, dentro de los cuerpos morenos de 40 mujeres del nariñense municipio de Barbacoas.
Sí: dentro de cuarenta mujeres bellas, de las 330 que en junio del año pasado dieron allí principio a una insurrección singular: el Movimiento de Piernas Cruzadas.

Pero, volviendo atrás, ¿por qué aquellos 40 estómagos se niegan ahora a probar bocado alguno?
Por una razón especial: porque meses atrás los sexos de las 330 mujeres de Barbacoas hicieron también lo propio.

Es decir, que esos 330 sexos se negaron durante cierto tiempo a probar bocado alguno.
No, no lo probaron, y se abstuvieron en vano. Pues nada consiguieron a la larga. Nada en lo sexual, claro está, y nada en lo vial.

Pues hay que recordar, además, que fue precisamente la única carretera de Barbacoas la que obligó a aquellas las mujeres al cruce definitivo de sus piernas…
Y de paso…al cierre temporal de su personal centro de diversiones, que es el más antiguo del mundo.

“No más sexo, queremos carretera”, le dijeron entonces al presidente Santos.
Y por eso, y durante 122 días con sus noches, las 330 mujeres de Barbacoas no dieron su brazo a torcer, como ellas refirieron…

Y menos, muchísimo menos, dieron sus piernas a abrir.
Fue en cambio el presidente Santos el que dio su mentira a conocer. Porque, con la promesa de pavimentar el tramo Junín-Barbacoas, y la llegada de la primera volqueta, las piernas comenzaron su apertura.

Y después, luego de enterarse de esa apertura real y de la de los 330  centros femeninos de diversión, Santos procedió con eficacia inusitada a incumplir la promesa hecha.  
Y es lo triste que, pese a semejante esfuerzo antisexual, la trocha a Barbacoas sigue siendo una trocha indigna de llamarse carretera.

Y todo esto luego del elevado número de  polvitos que a la sazón Barbacoas dejó de echar…
Siendo sus habitantes y habitantas de polvito diario, fuentes oficiales calculan que lo dejado de echar ascendió más o menos a ¡40.260 polvitos!

Una pérdida irreparable, sin duda alguna.
Irreparable, sí, y también la razón por la que aquellos 40 sexos que ayer aguantaron hambre en sus casas y en vano…

Hoy sean sustituidos por otros tantos estómagos decididos a aguantarla en la plaza de Nariño, de Pasto.
Y asimismo la causa del pánico global que se está apoderando de los hombres de Colombia.

Llega el invierno. Las carreteras se vuelven trochas. Y qué tal que el desastre vial lleve a nuestras mujeres a crear y aplicar el Movimiento Nacional de Piernas Cruzadas. ¡Qué tal!
En este caso, temblamos ante la suerte de nuestros dinámicos y emprendedores espermatozoides.

¿Tendremos que frenar en seco su producción? ¿O tal vez inmovilizarlos?
¡Que Santos declare ilegal todo cruce femenino de piernas¡

¡Y que jamás permita el cierre prolongado de lo que la naturaleza sabia ha querido que se mantenga abierto¡
¿O medio abierto…?

miércoles, 14 de marzo de 2012

Lo último de Natalia París: su deseo de fracasar como cuentahuesos

Calcatura de Margarita Molano



Por estos días Sábados Felices se está acercando a los cuarenta años de vida en la televisión colombiana. No es cosa de poca sino de mucha monta.
Como la entrada a la madurez hay que celebrarla por todo lo alto, los productores han informado que lo harán con un programa especialísimo.

Con un espectáculo televisivo que, por lo que sabemos, será, todo él, algo así como un gran chiste que hará reír a toda Colombia. Digo mejor, que la pondrá al fin, ¡al fin!, a desternillarse.
Porque han de saber que quienes se encargarán en ocasión tan memorable de desternillar a los colombianos no serán los cuentahuesos de siempre.

No. De ello se encargarán, por el contrario, algunos desternilladores que no tienen par en la historia del cuentahuesismo criollo.
Si quieren saber de antemano quiénes serán estos desternilladores les diré que son personas muy normales, pero a las que la farándula nacional les cuelga, en un rapto de telebobería nacional intensa, el pomposo título de “celebridades”.

En ciertas ocasiones. Porque en otras, como en esta de la entrada de Sábados Felices al cuarto piso, la farándula es capaz hasta de convertir a esas personas bastante normalitas en unos humoristas de gran calado.
Como a Natalia París, que en este espectáculo será una de las celebridades encargadas de hacernos reír a mandíbula batiente.

Sí, Natalia París, la humorista paisa. Usted leyó bien.
Natalita: esa mujer sobrada de madurez, de estupendez y de desnudez, que será la nueva y más graciosa cuentachistes de Sábados Felices y la última y acaso la más bonita adquisición del inteligente humorismo colombiano.

Sabemos, por otra parte, que este es un intento más de Natalia de fracasar. La felicitamos por el esfuerzo inmenso que para ello y con seguridad ya está haciendo, y lo menos que podemos desearle es que logre realizar tan bonito propósito.
Pero, dicho sea sin ánimo de ofenderla, debemos hacerle a los productores de Sábados Felices estas recomendaciones:

Primera: que si quieren hacer que la voz de Natalia nos haga reír de verdad, que la pongan entonces a echar cuentos de bobas. Las risotadas estarán así aseguradas.
Segunda: que tengan presente que para que Natalia consiga echar por televisión un chiste medio bien echado van a necesitar, además de ella, a cuatro personas más:

Una, para que le narre a ella el cuento; otra, para que con paciencia se lo explique hasta que lo entienda; otra, para que se lo recuerde y no la deje que lo olvide; y la última, y acaso la más importante, para que finalmente lo eche frente a las cámaras en lugar de ella.
Tercera: aceptamos sin chistar que Natalia es una humorista paisa extraordinaria. Pero, viéndola, creemos que bien le cabe llegar a ser más extraordinaria aun, y les pedimos a los productores que la eleven a esa altura.

¿Cómo? Fácil: no la pongan a echar chistes. No. En su lugar, abran un concurso de chistes sobre ella, y que Natalia, calladita, siempre calladita, haga solo de jurado.
Y sí, algo nos reiremos de semejantes chistes.

Pero de lo que sí nos desternillaremos, y nos reiremos hasta dislocar mandíbula, será viendo el gran esfuerzo que Natalia tendrá que hacer y la cantidad de inteligencia que habrá de emplear…para medio entenderlos y luego dar el veredicto.