viernes, 27 de julio de 2012

Santos ordena izar un seno de Sofía Vergara en las fiestas patrias



“Y fue así como el Patrimonio Nacional colombiano, tan reacio a abrir sus puertas a modernas y novedosas adquisiciones, acogió e hizo suyo a uno de los senos de Sofía Vergara”.

Con estas palabras, Mariana Garcés Córdoba, ministra de cultura, dio a conocer la última medida tomada por el gobierno de Santos, y acaso la más trascendental de todas las tomadas por él hasta ahora.

Se trata, nada más ni nada menos, que de la medida tomada a uno de los senos de Sofía Vergara, y “que el Gobierno encontró tan ajustada a los propósitos de la unidad nacional,  que sin pensarlo dos veces lo declaró Patrimonio Cultural de la Nación”

“A uno nada más, porque, tratándose de Santos, con uno solo de los senos de Sofía basta, y sobra; pero, sobre todo, porque siendo este el gobierno de la austeridad, mal podía el Presidente disponer de dos senos cuando para el caso sólo se precisaba de uno”, explicó la Ministra.

Quien concluyó insistiendo en que, en efecto, “se había echado mano a uno solo; mejor dicho, a uno de los dos senos que llevan a Sofía. Sí, así como lo oyen: ellos a ella. Porque Sofía tiene que hacer lo que deben hacer todas las mujeres que quieren salir y no pueden o no quieren desprenderse de ellos y dejarlos en la mesita de noche, y es, antes de salir, echar…echar siempre sus senos por delante”.

Al parecer fueron varias y de mucho peso las razones que tuvo Santos para optar por la actualización del patrimonio cultural de los colombianos metiéndole, a éste, seno femenino.

Según el portavoz de la Casa de Nariño, el escudo, el himno y la bandera nacionales son unos vejestorios que ya ni para símbolos patrios sirven. Y así, en vez de jubilarlos, o de dar por llegada su fecha de vencimiento, “Santos vio que todo lo que había que hacer era darles un cuarto símbolo, que se encargara de levantarles el ánimo”.

Y tanto se empecinó en ello, que al cabo lo halló.  Después de recorrer metro a metro el territorio nacional, de repasar hoja por hoja toda la historia patria, y de examinar foto por foto todas las revistas de la farándula nacional, dio al fin con el seno de Sofía.

El cual quedó consagrado como símbolo patrio cuando Santos preguntó a sus ministros: “Si el seno de Sofía Vergara no es capaz de levantarle el ánimo a nuestro himno, escudo y bandera, ¿qué lo hará entonces?”.

Consideró también el Presidente que a él le correspondía hacerle un reconocimiento al seno femenino, por aquello de “poner ellas el pecho”.

“Sofía Vergara es un buen ejemplo de ello. Porque con seguridad ha tenido que ponerle el pecho a las dificultades que se le han atravesado, y por ponerlo es que ha cosechado en Estados Unidos tantos y tan admirables éxitos”, dijo el mismo portavoz.

“Otro buen ejemplo es nuestra senadora Gilma Jiménez. Como bien lo sabemos, siempre le ha puesto el pecho a la infancia maltratada y desnutrida”.

Trascendió, sin embargo, que Santos estimó que para modernizar y embellecer nuestro Patrimonio Cultural, mejor era el seno de Sofía que el de Gilmita.

Finalmente, en el decreto correspondiente, Santos ordenó hacer una difusión masiva del nuevo símbolo patrio, y de tan comunicativa tarea encargó a la propia Sofía.

Se espera que, encantada, Sofía emprenda en pocos días una difusión generosa y masiva de su seno.

Y mandó también Santos que en todos los pueblos, y en todas y en cada una de las fiestas patrias, al lado del tricolor nacional, se izara la imagen del seno de Sofía, “porque a este nuevo símbolo del espíritu y la cultura nacionales, todos, todos los colombianos estamos obligados a mantenerlo en alto…muy en alto”.

martes, 17 de julio de 2012

No habrá más bobitos en las gloriosas filas del gran Partido Liberal




El Consejo del Control Ético del Liberalismo tomó una drástica determinación en este sentido, no de manera fácil, sino tras librar una dura lucha contra las pataletas, los berrinches y demás argumentos que Simón Gaviria esgrimió contra esta decisión. 

Trascendió también que la Dirección Nacional del Partido respaldó por completo la resolución del Consejo, con el argumento que “algo así veíamos venir cuando advertimos la miseria en materia de lectura de que hizo gala Simón Gaviria frente al pueblo liberal, y a todo el pueblo colombiano.

“Hay que detener a tiempo a este Simoncito, o de lo contrario esa carencia de lectura suya podría llevarlo fácil y rápidamente a la Presidencia de la República, y ese gravísimo daño sí que no se lo queremos ocasionar a la Patria”, advirtió uno de los miembros de la Dirección Nacional.

Por otro lado, analistas políticos fueron más precisos, y afirmaron que el cierre de las puertas del Liberalismo a la bobería criolla se precipitó cuando “durante la última reforma a la Justicia, a la opinión pública indignada se le ocurrió elevar a Simón Gaviria, del Partido Liberal, a la altura de Simón el Bobito, de Rafael Pombo”.

“Esta elevación, o ‘igualación’, fue, por supuesto, tan inaceptable para la imagen del Partido, como lo fue para la honra de Simón el Bobito.
“Y de ahí que el Liberalismo colombiano hoy se sienta obligado a decirles adiós a todos sus bobitos”, remataron los analistas.

 Y por eso la Dirección Nacional ordenó que la aplicación de la medida fuese inmediata y se llevara a cabo con el rigor necesario; advirtió también que contra ella no podían proceder de ningún modo ni las recomendaciones ni los padrinazgos políticos, y dio luego a conocer un nuevo procedimiento de afiliación.

Así las cosas, “el colombiano o colombiana que a partir de ahora quiera, pese a todo, ingresar al Partido, deberá hacerse primero un examen genético, presentarlo luego, y sólo obtendrá la calidad de militante cuando se le dé entera aprobación a dicho examen”, aseguró el vocero de la colectividad roja.

Y prosiguió: “Los encargados de estudiar el examen genético y de decidir quién lo aprueba o le reprueba son el veedor nacional y los veedores regionales.

“¿Y por qué medio sabrán los veedores que un aspirante nació inscrito o no inscrito en la Sociedad de Bobitos de Colombia?

“Por comparación. Es decir, que los veedores tendrán que equiparar el mapa genético del aspirante con el mapa genético de un auténtico bobito.

“Repito: no con el de un bobito a medias, sino con el mapa del más bobito de todos los bobitos.

“Si los veedores encuentran que los dos mapas se diferencian bastante en aspectos genéticos importantes, el aspirante entra a engrosar las huestes del Liberalismo,

“Si, por el contrario, hallan que son iguales o bastante parecidos, el aspirante deberá ser rechazado…por bobito precisamente.

“Hay aquí una aclaración que hacer. El Partido exigía que el mapa genético del auténtico bobito, con el que habían de compararse los de los aspirantes, fuera el de Simón el Bobito…

“Como nunca dimos con él ni con su paradero, el Partido no posee y no podrá por tanto utilizar el mapa genético de Simón el Bobito, y tendrá entonces que, en su reemplazo, utilizar el de Simón Gaviria, alias Simón el Lectorcito”.


A todo lo cual yo agrego: “Y muy agradecido por esto ha de estar Simón el Bobito, pues el otro Simón, el que lo ha de reemplazar en lo del mapa genético, es la suma perfecta de buen bobito y mal presidenciable”.

miércoles, 11 de julio de 2012

¿Por qué la cárcel La Picota ha logrado acumular tanto poder legislativo?



“Cometieron contra la indefensa Justicia colombiana un crimen al que bien podríamos denominar ‘de reforma’, o ‘reformicidio’, y que fue tan infame como legislativo”, declaró el director de la Policía Nacional.

Y añadió: “La noticia mala es que los autores materiales de tan execrable reformicidio siguen sueltos cometiendo y despachando leyes y reformas; y la buena, que los autores intelectuales fueron ya identificados plenamente por la Policía Nacional.”

Y dejó militarmente claro que no añadía más, puesto que no nos reveló nada más.

¿De quién o de quiénes son, y de qué género de mañas se valieron los cerebros policíacos para dar con aquellos cerebros tan aviesamente reformicidas?

Fácil nos fue saberlo.

Convocó la dirección general de la Policía a la amplísima gama de sus expertos en irresponsabilidad parlamentaria, que los tiene.

Pero es el caso que la extensísima gama estaba constituida por un solo experto, de manera que ese solo acudió a la convocatoria, y a ese solo le tocó hacer de Comisión Interdisciplinaria de Investigación del Reformicidio.

De inmediato la flamante Comisión entró en trance de investigación y de persecución de los cerebros reformicidas.

“Parece una violación”, dictaminó la Comisión luego de examinar lo que le pareció que era el cuerpo del delito, pero que en realidad era el ‘texto del delito’.

“Aquí todo el mundo estuvo metiendo lo suyo, y más hubiese metido de haber podido”, explicó. “Todos lo metieron: los magistrados de las altas cortes, los dignatarios del alto gobierno y los altos reformicidas del Congreso”.

Pero advirtió luego que por la vía del delito de violación nunca encontraría a los autores intelectuales que buscaba, porque “aunque la violación es aquí una práctica diaria, los practicantes no dan nunca la cara”, argumentó.

Tuvo pues que manosear otros delitos, como ‘daño en cosa ajena´, ‘burla de confianza pública’, ‘leyes a pupitrazo limpio’, ‘ronco mientras voto’, ‘voto a cambio de puesto’..., pero los desechó a todos por ordinarios e inservibles para la investigación.

Y así, de delito en delito, la Comisión dio al cabo con el que necesitaba. “Aquí se cometió el horrendo crimen de tráfico y distribución de impunidad”, sentenció.

Y por ahí la audaz comisión encaminó la investigación.

Y por vía de la necesidad de impunidad la comisión pudo señalar a los cerebros del reformicidio.

“La comisión de este delito no pudo estar a cargo de los legisladores del Capitolio nacional, sino de los legisladores de La Picota”, concluyó.

Y defendió su conclusión con estos argumentos:

“Gracias al uribismo, la relaciones actuales del Congreso con La Picota son de cordial amistad y gran colaboración”.

“Tan amigables son esas relaciones, que cuando un ciudadano quiere visitar a un congresista, para hallar el lugar donde pudiera encontrarlo, ya no tendrá que pasar a preguntarlo primero por el Capitolio…sino por La Picota”.

“Y por último, ¿quién le suministró a La Picota todo el talento legislativo que requirió para concebir y redactar la última reforma a la Justicia y enviarla luego al Congreso para su aprobación?.”

“Quién pudo ser…¡pues todos los senadores y representantes que, aportados generosamente por el Congreso, La Picota ha adquirido en los últimos años!”, remató la Comisión.

Así las cosas, un mejor ordenamiento institucional de Colombia exige con urgencia el traslado del Capitolio a La Picota, y de La Picota al Capitolio.

Pero esa será tarea de la próxima Constituyente uribista.