Al término de
unos cuantos chistes, risas y tragos, y de una deliberación corta que surgió en
medio de tal algarabía, los feligreses del senador Eduardo Merlano concluyeron
lo siguiente:
Que es su obligación
decirle al mundo que el trato que Colombia le está dando al jefe Merlano raya
en la crueldad extrema; que ante tanta vileza sus seguidores se declaran en
indignación costeña: es decir, algo ligera y bullanguera; y que contra aquella
inhumana crueldad se unirán en una poderosa fuerza de choque.
Se unieron
al fin. Y de este modo nació la Sociedad protectora de Eduardo Merlano
-SOPROSEM-.
Uno de sus
fundadores justificó así la decisión tomada: “Intenta la cachaquería perversa hacer
de Merlano un simple conductor de camioneta. En vano. Porque Eduardo es más,
mucho más que eso: aun sin licencia de conducción, es el más grande conductor
de contratos, puestos y masas que ha parido Sucre en toda su historia”.
Y otro
completó con lo siguiente: “Óigase bien: somos la Sociedad protectora de Eduardo
Merlano, y no…y no una sucursal de La Sociedad Mundial para la Protección
Animal, como algún enemigo podría llegar a insinuar”.
Yendo más al
fondo de la organización, se pudo comprobar que a ella pertenece lo más desinteresadamente
sucreño de la fuerza política del Senador, como sus contratistas, sus funcionarios
públicos, y aquellos espíritus lúcidos que son de su entera propiedad y que,
mediante una inteligente operación de compraventa de votos y puestos, han
logrado difundir el magnífico y abultado ideario político de Merlano.
Su
presidente, Alberto Pérez Merlano, definió así los objetivos de la nueva sociedad:
“Somos una organización sin ánimo de lucro, aunque en política uno nunca sabe…Nos
dedicaremos por entero a la protección del derecho inalienable del senador
Eduardo Merlano de violar la ley cuantas veces le venga en gana”.
Tendrá la
institución una página web, que dirá lo siguiente:
“La Sociedad
protectora del senador Eduardo Merlano se enfrentará a todo tipo de crueldad que
se emplee contra él. Trabajaremos con los sucreños y los colombianos que nos
puedan asegurar que nuestro líder va a estar rodeado de la compasión y el
respeto que merece.
“Batallaremos
para que todos los colombianos acepten la importancia de amparar con una gran impunidad
al senador Merlano y de no ponerle trabas para que viole cuanta ley haya y
cuantas veces quiera, puesto que de ello depende en buena medida el desarrollo ético,
económico y social de Colombia.
“Utilizaremos
los medios que sean necesarios para que Colombia vea claramente la relación
directa que existe entre el bienestar político y ético del senador Merlano y un
exitoso desarrollo nacional sostenible.”
El senador
Merlano, por su parte, soltó la declaración siguiente:
“Por el bien
del uribismo, auguro larga vida y largo aliento a la sociedad bajo cuyo amparo
voy a estar. Tras los aleves ataques de que he sido blanco, la democracia
colombiana se encuentra otra vez herida de muerte. Pero yo soy el llamado por
el destino a devolverle su esplendor. Lo haré: presentaré el proyecto de
creación de la Sociedad protectora de congresistas. Solo así podré devolverle
la vida y la cola a nuestra gran democracia, pues ella las necesita a ambas
para seguir vivita y coleando”.