sábado, 26 de octubre de 2013

Los forofos de Álvaro Uribe


Cosas que se oyen a propósito del cónclave del partido Uribe Centro Democrático:

¿A qué ilustre despistado se le ocurrió darle el título de convención política a esta cosa que no es más que una larga y genuflexa ceremonia de reverencia y adoración a Uribe?

 ¿Qué hay detrás del nombre de Uribe Centro Democrático? Es un Centro situado a la derecha de la extrema derecha, que de democrático solo tiene el dedo fácil de Uribe que señalará al candidato presidencial de esa curiosa congregación. Nada de centro, nada de democrático: solo Uribe.

A la mal llamada convención la llenaron y justificaron 1.000 vasallos obedientes y sumisos con pretensiones de erguidos y dignos ciudadanos.


Santos, Trujillo y Zuluaga constituyen la santísima trinidad uribista: tres personas 
distintas y un mismo títere.

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La paz no es para el cerebro de Angelino

El vicepresidente Angelino Garzón es hoy por hoy el comentarista más agudo y rápido con que cuenta la dura realidad colombiana. En todas las lindezas que su lengua veloz suelta a los cuatro vientos se advierte siempre algo digno de asombro: que la parte de materia gris que dentro de su cabeza se pudo salvar del último infarto cerebral hace el trabajo duro de un cerebro entero.

Se notó este milagro en el último comentario, en el que descalificó de mandaderos a los delegados del gobierno que están rogando la paz en La Habana. Como ha dado señales suficientes de querer que lo tomen por otro de los enemigos número uno de la paz, y ser por tanto el candidato único de Álvaro Uribe a la Presidencia de la República, no se necesitará mucho tiempo para que la lengua hábil de Angelino tilde a aquellos delegados de zarrapastrosos.

Y nada mal como frase de campaña: ¡Angelino, el presidente de la zarrapastrosería¡ 

miércoles, 22 de mayo de 2013

San Alejandro Ordóñez, segundo santo colombiano



La reciente canonización de la madre Laura Montoya puso rumbo a los altares al beatísimo Alejandro Ordóñez.

Ordóñez estuvo Roma en aquella ocasión, y se cree que fue allí donde contrajo el rancio olor de santidad que hoy lo delata, y contra el cual no existe en el mercado un desodorante que sirva.

Semanas antes, por iniciativa de La Silla Vacía, Alejandro fue declarado por votación virtual el Gran lagarto de Colombia. Aceptó con humildad cristiana el honroso título, y juró que lo pondría al servicio de su iglesia.

De modo que Ordóñez llegó a Roma no como la oveja del rebaño de dios que debía ser, sino como el enorme e impetuoso lagartus santanderianus que ha sido siempre.

Y todo empezó a sonreírle desde el momento en que puso pie en tierra italiana. Todo, incluso su propio dios: el terrible dios de Alejandro Ordóñez.

Sonreía este dios, a pesar de todo, por su Alejandro; por el amado siervo que arrebató la Procuraduría al infiel Estado colombiano y la puso al servicio del verdadero cristianismo: el medieval.

Según una vieja tradición bíblica, en este instante debería aparecérsele a Alejandro un arcángel y entregarle un importante anuncio divino. Pero a los servicios de comunicación del reino de los cielos se les cayó el sistema, y por tanto el autor no dispuso de un arcángel para introducirlo aquí. Pero el anuncio divino había que darlo, y como no había quién lo diera, le tocó a Alejandro dárselo a sí mismo.

“Trabajarás para ser, después de la madre Laura, el segundo santo colombiano, y en eso emplearás la lagartería de que ahora dispones en abundancia”, fue el anuncio.

“Me merezco ese puesto”, fue la respuesta, e invocando la ayuda de su dios emprendió de inmediato el sendero de la santidad.

Aquella ayuda le llegó mucho tiempo después. Tras una lagartiada de meses, Alejandro consiguió la aparición de un arcángel con anuncio celestial. Se le apareció una noche, en efecto, y le informó que el puesto en los altares valía su precio, y que quedaría bien pagado con el sacrificio de uno de sus hijos.
No alcanzó a definir el tipo de sacrificio porque el arcángel presentó en ese momento algunas fallas de origen, y se esfumó.

Alejandro Ordóñez, que aún vive en el antiguo testamento, conoció de cerca un caso semejante: el de Abraham. Quiso dios probar la obediencia de Abraham y le ordenó el sacrifico mediante hoguera de su hijo Isaac. Isaac escapó por un pelo de ser carne de tan curioso asado.

Alejandro pensó en la hoguera, pero abandonó luego la idea porque sus principios religiosos mandan que las hogueras se han de levantar para incinerar libros, y no para el asado de hijos.

Libre de fallas por reparación a fondo, el arcángel se le presentó de nuevo a Alejandro. Dejó claro esta vez que el sacrificio en hoguera había caído en desuso, y el que se le pedía era el moderno sacrificio en homosexualismo.

“Bastante humano es ver a un hijo quemándose vivo en la hoguera; pero lo que en verdad resulta inaceptable pues riñe con mis más profundos sentimientos de padre, es verlo entregado al homosexualismo”, pensó para sí el abrumado Alejandro.

Sin embargo, terminó por ceder a los deseos de su dios, y a los embates de su propio apetito de santidad.

Al poco tiempo, un joven de apellido Ordóñez ingresó al seminario.

Y así, con un hijo religioso en la familia, Alejandro obedeció a su dios y aseguró para sí un fácil y veloz ascenso a la santidad.

Y una vez en los altares, se le ensalzará aún más y para siempre, con el venerable título de santo patrono de los homosexuales.

martes, 23 de abril de 2013

El matrimonio por cárcel será el castigo severo que impondrán a Manuel Nule



A Manuel Nule Velilla, uno de los tres famosos hermanos Nule, lo premió la justicia criolla con 14 años de prisión por el delito de peculado por apropiación y, como es usual en estos casos, el juez lo envió a La Picota, dándole así la cárcel por cárcel.

Manuel juzga como carente de toda justicia la decisión del juez de guardarlo y conservarlo allí.

Alega que La Picota no ofrece las comodidades que precisa para lograr la rehabilitación que desea alcanzar, que él necesita una atmósfera decente para encontrar de nuevo el camino de la integración al enriquecedor mundo de la contratación estatal, y que esta atmósfera propicia es única  y debe tener por base a su esposa y su hijo, y por sede a su propia casa.

Así que, por medio del abogado defensor, acaba de solicitar al juez que lo saque de La Picota y de manera ejemplar lo castigue, en cambio, con una férrea detencióndomiciliaria.

Existen motivos serios para sostener que semejante solicitud no debió ser presentada ni ayer, ni hoy, ni en ningún momento.

 Primero: lo que en realidad se busca es que el juez le otorgue a Manuel el matrimonio por cárcel, y bien es sabido que no pocos presos han pedido y obtenido lo mismo, y han terminado por reconocer que es más llevadero el castigo de La Picota, y por rogar y suplicar que los vuelvan a recluir en ella.

Segundo: la detención domiciliaria que pide Manuel no significa, como se cree, casa por cárcel, sino hogar por cárcel. Si ni siquiera el matrimonio mismo lo ha hecho, ¿a quién diablos, pese a esto, puede ocurrírsele hacer de su propio hogar una cárcel?

Y tercero y lo más importante: si Manuel consigue del juez la detención domiciliaria y se va para su casa, querrá esto decir que él mismo en persona se va a aprestar para tener y proteger a un delincuente en su propio hogar.

En todo caso, lo mejor para Manuel es que el juez continúe dándole más de aquello de lo que hoy goza: La Picota por casa. 

jueves, 18 de abril de 2013

“De las Farc no quedará piedra sobre piedra”: Andrés Felipe Arias



Por: BURLABURLANDO PRENSA

BOGOTÁ. El presidente Santos le dio esta mañana a Andrés Felipe Arias, alias Uribito, la orden indelegable y terminante de infiltrarse a como diera lugar en las filas de las  Farc.

La Casa de Nariño divulgó en un breve comunicado de prensa los motivos de la decisión presidencial, y la misión supersecreta que Arias ha de llevar a cabo de manera inmediata y sobre todo anónima.

En la presidencia empezó a sonar Arias cuando allí lo oyeron gemir por radio que “Me va tocar decir que milito en las Farc para ver si me va mejor y si me respetan así los derechos”.

“Un hombre que habla así merece la impunidad completa, y este gobierno, que es un gobierno de derechos, ha de emprender lo que sea para darle a él la inmunidad total, y media más”, exclamó un conmovido Santos.

Arias cobró fuerza cuando hallaron en su hoja de vida indicios de haber sido siempre un ciudadano y un profesional de extraordinarios servicios a la patria.

“Un hombre como Andrés Felipe, que gracias a Agro Ingreso Seguro y a la Fiscalía hoy le está prestando a Colombia el servicio invaluable de reclusión propia e involuntaria en la Escuela de Caballería del Ejército, no es cualquier hombre: es el hombre que estamos necesitando”, volvió a razonar el presidente.

También había que venderle el nombre de Arias al Consejo de Ministros.
Santos lo consiguió con un argumento invencible: Andrés Felipe lleva con orgullo el alias de Uribito, que es un alias que a él le sienta muy bien y gracias al cual todas las puertas se le abren sin pereza. Si este alias fue capaz de abrirle las de la cárcel, ¿cómo no va a abrirle las de las Farc?

Y fue el elegido después que los altos consejeros de la Casa de Nariño aportaran el elevadísimo consejo siguiente: “El anonimato de Arias está asegurado, señor presidente, gracias a que es un político que hace rato forma parte del fácil olvido colombiano”, susurraron al oído de Santos.

La infiltración de Andrés Felipe no figuró en el primer plan estratégico de Santos. Lo que entonces mandó fue que se le nombrara agregado agrícola y financiero de la embajada de Colombia ante las Farc.

No se firmó el nombramiento porque los servicios de inteligencia de la Cancillería detectaron a tiempo que esa embajada aún no funciona, y la Ministra advirtió que solo se abrirá cuando los dos estados, el colombiano y el de las Farc, acuerden las paces.

La misión ultrasecreta de Arias, si él decide aceptarla, es alcanzar desde adentro la destrucción última de las Farc.

“Lo conseguirá sin duda alguna, pues Andrés Felipe constituye el arma de destrucción de instituciones y organizaciones más letal que heredamos del gobierno anterior”, concluyó un optimista Santos.

jueves, 11 de abril de 2013

Natalia Paris habló, y sus palabras tienen pensando a los pollos



Es inmensa la contribución de la inteligencia a la definición de esa identidad nacional nuestra que varios líderes han copiado y hecho adoptar con éxito en sus países de origen.

El papel de la inteligencia en este caso no solo ha sido calificado de magnífico, estupendo y admirable, sino que también de él se afirma que es como sigue:

Colombia tuvo a un político que, pese a ello, decía cosas tan profundas que ponían luego a pensar a los colombianos. Sí, a pensar, que es el uso más conocido e inteligente que suele dársele a la masa cerebral.

Aquel político que de tal modo nos infundía tal pensar fue Alfonso López Michelsen.

Hoy, en cambio, nos vemos obligados a sufrir del inefable Álvaro Uribe Vélez.

Un político empedernido que se propuso y logró el desuso total del cerebro criollo. Porque Uribe también habla, pero, al contrario de López, no por hacernos pensar sino para ponernos a odiar. Y en verdad que Uribe ha cosechado logros abrumadores en la realización de tan noble propósito.

Le ha ido muy bien, en efecto. Odiamos, y de esta manera le damos al cerebro el uso que el uribismo puro exige darle a esta parte del organismo humano.

Y odiando hemos dejado de pensar. Pero hay que ver que el país continúa su paso. Entonces ¿qué cerebros lo están haciendo por nosotros?

Los de los pollos.

Es cierto. Por una bonita razón: porque Natalia Paris les habló, y es inevitable que cuando ella habla los pollitos se pongan enseguida a pensar.

Como lo están haciendo ahora, después que la modelo los acusó de ser el origen de parte de la homosexualidad reinante en Colombia.

“Debe ser verdad y bastante científico lo que ella dijo, porque cuando lo dijo llevaba senos y se veía muy dueña de su silicona”, observó un agudo pollo bogotano.

Pero por lo general los pollos no tragan entero. Y esta vez menos: si es cierto, se dijeron, que producimos homosexualidad, nada más saludable que llegar a la causa verdadera de un talento que desconocíamos. Y luego dieron a sus cerebros la orden de buscarla donde fuese y hallarla a como diera lugar.

Para ello, y como los pollos son altos ejecutivos y conocen el privilegio de pensar y actuar por sí mismos, integraron una comisión de la verdad, a la que además tildaron de científica.

La comisión empezó por buscar la causa última en las hormonas femeninas. ¿Presentaban comportamientos homosexuales los pollos que las consumían?

La encuesta a las gallinas arrojó estos resultados: el 43.2% admitió que los pollos seguían pisándolas con regularidad; el 31.9% no ha visto a ningún pollo acurrucarse a los requerimientos sexuales de un gallo; el 18.7 no se ha enterado de pollos que hayan intentado poner huevo; y el 6.2% no sabe o no contestó.

No estaba allí la causa. ¿Dónde entonces?

Luego de agotar todas las posibilidades, decidieron que Natalia debía ser objeto de su investigación.

Como los pollos de la comisión son caballeros feministas, le concedieron a la modelo una inteligencia enorme.

Y como también son científicos, hallaron defectos que condensaron en tres hipótesis: o que la inteligencia de Natalia era tan profunda que ella nunca la encontró; o que esa inteligencia ha estado demasiado tiempo en reposo; o que yace sepultada bajo tanta silicona.

La conclusión final fue clara: Natalia mantiene su enorme inteligencia en permanente reposo, y esa es la causa única y última de que lo pollos estemos trasmitiendo, vía asadero, el gusto de los hombres por los hombres.

Y luego de esto la comisión se declaró en receso, y el cerebro de los pollos, siguiendo el ejemplo de Natalia, entró en reposo absoluto.

Bueno: hasta que ella vuelva a pensar y hablar.

jueves, 21 de marzo de 2013

¡Dale, Señor, el descanso eterno al alma política de Iván!



En su breve vida pública el célebre ciudadano Iván Moreno Rojas acumuló méritos bastantes para que al final de ella le fuera otorgada una muerte política tranquila y digna de su linaje, como lo fue, en efecto, la que en estos días lo dejó q.e.p.d.: que en política descanse.

En el momento en que quedó políticamente tieso y listo para el entierro electoral, Iván, como ocurre siempre a todos los que optan por estirar la pata, se vio rodeado por el afecto y la admiración de su esposa y sus hijos, y la devoción de algunos de sus partidarios, por no llamarlos secuaces, pues no se ha de hablar mal de nadie en un momento tan fúnebre como éste.

Estuvieron de acuerdo todos ellos en que a Iván le fue segada su existencia política cuando el Consejo de Estado le retiró para siempre la dignidad de senador, que, creemos nosotros, era por desgracia la única que aún le quedaba.

Y también elogiaron en forma vehemente su recio espíritu de combate.

Pues, como todo el país lo sabe, Iván es un hombre ávido y sagaz, que entregó hasta el último aliento de dirigente librando una fiera y encarnizada lucha contra la honestidad pública.

En todo caso, fue un político íntegro: nunca permitió que su voluntad y sus energías se contagiaran de la pavorosa honestidad. Nunca.

Al contrario, antes que ceder terreno a una honestidad para la que no había sido educado, eligió buscar, en cambio, una muerte política de héroe, y hay que decir que en eso acertó y por fin la encontró.

No quepa duda de que el país no se restablecerá con facilidad de todo esto. 
Porque un Iván Moreno sin investidura significa una doble y casi irreparable pérdida nacional.

Pues, por un lado, la política pierde con él a un exponente…muy “vivo”.  Y la honestidad, por el otro, a un oponente…eficacísimo.

Y es seguro que Colombia toda jamás se resignará a contemplar a un Ivancito despojado de investidura. Era de ver la elegancia varonil que esa dignidad le confería en sus mejores días a él, y lo bien que ella armonizaba con sus apellidos ilustres, con el carrusel de la contratación y con el caudal abundante de sus votos.

Y era de ver también ese aire, ese aire de orgullo con que la investidura lo engalanó siempre y siempre lo destacó como senador y lo enalteció como político: ese aire de satisfacción de nuevo rico ilícito que exhibía en todas partes, ese aire de cobro del 10% de comisión por contrato público que incrementó en él su poder de compra.

Con todo, quedan interrogantes grandes por responder. Después de esta su primera muerte, ¿qué futuro le aguarda a Ivancito? ¿Su alma de político será castigada allá arriba con el terrible infierno de la honestidad?

Solo sabemos que en su próxima vida, que está comenzando, Iván tendrá la oportunidad de emprender un largo proceso de rehabilitación de su pasada vida de político, de alcalde y de senador.

Y también que, bien al contrario de lo que hasta ahora venía haciendo, va a tener que ganarse la arepa de cada día con el honesto y limpio y diario sudor de su frente.

Pues para que se sepa: para Iván Moreno no hay muerte política que por una vida honesta no venga.

martes, 19 de marzo de 2013

Suspensión de su habilidad para obstruir la justicia fastidia a Bernardo Moreno



Bernardo Moreno volverá a sus antiguas andanzas gracias a que el Tribunal Superior de Bogotá le abrió las puertas de la cárcel y lo empujó a la libertad.

Hoy goza este personaje de excarcelación indefinida, en efecto, pese a que en su ejemplar hoja de servicios a la Patria siguen figurando las acusaciones serias de participación en el gobierno de Uribe, y de haberlo hecho como secretario general de la Presidencia.

Dos imputaciones consideradas muy graves hoy en día, y por las cuales Bernardo no ha sido hasta ahora objeto de juzgamiento alguno, y de las que,  según indicios ciertos y bien fundados, nunca saldrá absuelto.

Anda libre, sin embargo.

Porque el Tribunal considera que Bernardo es ahora todo un hombre, pero incapaz de nada.

En efecto, el magistrado no encontró razones para pensar que Moreno pudiera manipular pruebas y obstruir así a la justicia colombiana, y que por eso lo soltó.

A ver: ¿Incapaz un uribista como Moreno de manipular y obstruir nuestra justicia?

¿Incapaz de manipularla un profesional que legó a la administración pública aportes tan relevantes y admirables como “concierto para delinquir agravado, violación ilícita de comunicaciones y abuso de función pública”?

A decir verdad, nunca antes un varón fue tan deshonrado y menoscabado como lo ha sido Moreno en estos días, al ser hallado y declarado por el alto Tribunal con incapacidad total, aunque temporal, para obstruir la justicia y ponerla así a su capricho y favor.

Moreno está en mora de reaccionar ante semejante atropello y de hacerlo con entereza digna de su uribismo recalcitrante.

Así las cosas, debería regresar al lugar de reclusión, y amenazar con permanecer preso hasta que el Tribunal, mediante sentencia o lo que fuere, le devuelva y reconozca por completo su capacidad profesional de obstrucción de la justicia.

Hágalo, Bernardo, y hágalo ya, si no quiere ser indigno un día de esa deslumbrante virtud que usted posee en abundancia, que además combina a la perfección con su personalidad y su estilo, y que no es otra que la virtud de ser sospechoso de uribismo.