jueves, 1 de diciembre de 2011

Que Dios tenga de su mano a semejante cola

La dulce redondez de la mejor cola de Colombia está pasando por momentos críticos. Hablamos de la modelo y presentadora Jessica Cediel, cuya estupenda cola se halla a punto de venirse literalmente abajo.  

 El drama comenzó con una operación de mejoramiento estético que la dejó mal parada. A la cola. Deprimida como está, la cola, logró despertar la solidaridad de todos los colombianos. Nosotros no se la negaremos, por supuesto.

 De hecho, estamos pidiéndo a los médicos que hagan todo lo que esté en sus manos hacer para levantarle el ánimo.  A la cola, desde luego. Y para que no eche a la basura el promisorio futuro que ella, la cola, por sí sola y con tanto esfuerzo y talento se había ya forjado.

 No dejaremos sola a esta cola en su dolor. Haremos lo que sea para que ella vuelva a ser lo que antes fue. Altiva y orgullosa. Si para ello tenemos que rezar, rezaremos. Y si tenemos que subir de rodillas a Monserrate, lo pensaremos. Con nuestros impacientes ojos puestos en ella, en la cola, como siempre lo hemos hecho, procuraremos estar al tanto de su recuperación.

 Porque si algo debemos hacer los colombianos es evitar que la silicona eche a perder la pieza más emblemática, y más vista  y admirada del patrimonio culístico nacional.  


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