viernes, 2 de diciembre de 2011

Por sus traseros las conoceremos

El desmejoramiento por cirugía plástica de la mejor cola de Colombia debería dar lugar a una reflexión inteligente sobre este hermoso y muy femenino adminículo.

 ¿Se le pueden sacar a una cola de mujer provechos mejores de los
que de ordinario suelen sacársele? Por supuesto que sí, y de muestra va el siguiente trasero.

 La necesidad de una consulta médica de cirugía plástica puso a la cola de nuestro cuento a las puertas de cierta clínica. A la cola venía perfectamente adherido un cuerpo que parecía de modelo. Diríase que aquel monumento no era una mujer con cola, sino una cola con mujer.

 Con todo, la cola había decidido de antemano que en la clínica pasaría de incógnito todo el tiempo. Es decir, que entraría como una cola NN y debía salir lo mismo.

 Para tal efecto, ella misma aceptó cubrirse con un taparrabos, y obligó a la cara de la mujer a esconderse tras un tapabocas.

 Como es de rigor, le pidieron el nombre y no lo dio. La cédula, y no la presentó. Nada. Así que cola y mujer consiguieron entrar al consultorio como querían: como unas NN.

 Cuando el médico preguntó por el objeto de la consulta, la mujer le dio la espalda y como quien no quiere hacerlo dejó caer el taparrabos.

 Ante aquellas sublimes redondeces, el médico abrió desmesuradamente los ojos, y en lugar gritar ¡Guau! ¡Guau! como era de esperarse, empezó a dar grandes voces diciendo:

 ¡Lo sabía, lo sabía!…Es la Cediel…¡Es Jéssica Cedieeeeel!

 Y fue así como, gracias al nuevo uso de la cola como instrumento de identidad, nos enteramos de que al mejor trasero de Colombia le salieron unos turupitos, lo más de bonitos...

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