No, señor
fiscal general Montealegre: la que usted abrió en estos días no es en manera
alguna la investigación que demandamos los colombianos, y mucho menos la que está
esperando la Justicia, o aquello que llamamos Justicia.
¿Emprender una
investigación contra Álvaro Uribe Vélez por presuntos nexos con los
paramilitares?
En esta
decisión no hay Fiscalía de la buena, viejo. Lo que sí hay, y mucho, es puro “montealegrismo”.
No más.
Pues al parecer
usted es el único ciudadano de este país que aún no se ha enterado de que el ex
presidente hace parte del paramilitarismo que nos tocó en suerte.
El único
ciudadano, en un tiempo en que hasta el propio Uribe Vélez, que era uno de los
pocos que no lo admitía, ¡ya sabe que lo
es!
Sí, señor
fiscal, Uribe ya lo sabe.
Tantos
hombres y mujeres de este país y fuera de él hemos afirmado su paramilitarismo,
y lo hemos hecho en forma tan elocuente y apasionada, que, quién lo creyera,
hasta el propio Uribe terminó por convencerse de que lo es en realidad.
Lo cual
constituye no sólo un acierto admirable de Uribe, que escuchó y acató en esto a
la opinión pública nacional y mundial, sino también una victoria magistral de
la opinión pública nacional y extranjera, que repitió tantas veces la mentira,
que al cabo la volvió verdad absoluta.
Y una verdad
que lo será para siempre, ya que así se repita hasta el infinito, jamás volverá
a ser mentira.
De manera,
señor fiscal Montealegre, que, dicho lo anterior, lo que los colombianos de
bien demandamos de usted es lo siguiente:
El cierre inmediato
de la investigación contra Uribe Vélez, y en su lugar la apertura pronta de una
contra los paramilitares.
No por lo
mismo de siempre: masacres, despojo de tierras, asesinatos, narcotráfico,
violaciones, esas pequeñeces.
Sí, señor
fiscal general, no por nimiedades como éstas.
Sino por algo muy grave, gravísimo: ¡por los presuntos nexos de los paramilitares con Uribe Vélez!
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