El anuncio que
esta mañana se escuchó fue el siguiente:
“La
Vicepresidencia de la República pasará a ser parte de la estructura administrativa de Avianca”; y quien lo hizo fue
Fabio Villegas, presidente de la aerolínea colombiana.
Villegas
agregó que “Avianca daba así principio a un novedoso programa de ayuda laboral
al gobierno nacional, con el cual contribuirá a reducir a proporciones más
justas a la extendida y por todos reconocida vagancia oficial”.
Al parecer,
este programa se le debe al propio presidente Santos, a quien se le escuchó
decir que estaba cansado de ver “que ciertas dependencias oficiales vivan solo
del erario público; ya es hora de que adquieran vergüenza y comiencen a ganarse
el pan y el presupuesto con el empeño y el sudor (si las dos cosas son posibles)
de sus propios empleados”.
El programa
funciona de esta manera: luego de detectar la existencia de un organismo
oficial sin oficio alguno, el gobierno procede a cederlo al sector privado, que
a su vez se encargará de instruirlo en los rudimentos del trabajo real, y de
ponerlo luego a hacer algo que sea de mucha utilidad y provecho para la empresa
y el país.
Que es todo lo
que precisamente le sucedió y le está sucediendo a la Vicepresidencia de la
República.
Fue Rafael
Pardo, el ministro del trabajo, quien le otorgó a la institución
vicepresidencial el honor de ser la que debía inaugurar el programa con
Avianca.
Porque, en
opinión de Pardo, “desde su creación, la Vicepresidencia se ha caracterizado en
todo momento por no hacer nada, nada de nada, y para completar el mal ejemplo a
los trabajadores, de hacerlo con bastante eficiencia y frente al país entero”.
¿Qué clase
de labor podrán cumplir Angelino Garzón y sus muchachos en Avianca? es una de las
preguntas que se están haciendo todos los colombianos.
“Se encargó
ya a Angelino y su equipo de trabajar en el diseño y puesta en marcha del nuevo
programa de Avianca que, funcionando paralelamente al Programa de Viajero
Frecuente (PVF), se llamará Programa de Zarrapastroso Frecuente (PZF)”, dijo el
portavoz de la empresa.
“Luego de un
estudio severo de los antecedentes zarrapastrosos, sindicales, políticos y
vicepresidenciales de Angelino, y de escuchar sus declaraciones tras el fracaso
de la OIT, concluimos que nadie más indicado que él para llevar a buen puerto
lo del Zarrapastroso Frecuente”, puntualizó el portavoz.
Como era de
esperar, Angelino cumplió de inmediato la orden presidencial: él y la
Vicepresidencia al fin cogieron oficio, y lo cogieron en Avianca.
Su colaboradores
inmediatos confiesan que Angelino, pese a su condición de sindicalista, se
halla desplegando una actividad administrativa asombrosa, dedicada, eso sí, a
que “se les reconozca a los zarrapastrosos de Colombia el derecho a volar bueno
y barato”.
Le dio un
vuelco total a la organización vicepresidencial: suprimió, en efecto, los cinco
programas presidenciales que tenía, y en su lugar dejó uno solo: el Programa
presidencial para la formulación de estrategias y acciones para el desarrollo
integral de la población zarrapastrosa de Colombia.
Convocó y
presidió varias reuniones de la Comisión Colombiana del Espacio -CCE-, a la que
le exigió el diseño de políticas y programas que estimulen “el uso más frecuente
del espacio aéreo colombiano por parte de nuestros alegres zarrapastrosos”.
Fuentes
cercanas a Angelino refieren que, además del trabajo en Avianca, se encuentra
redactando un proyecto de Declaración Universal de los Derechos del
Zarrapastroso, que llevará a seno de la ONU, y elaborando un programa de
Zarrapastroso Frecuente para el transporte terrestre de pasajeros, que
propondrá al Ministerio del ramo.
Y creen que
en su agenda de trabajo ya hace fila la creación del Movimiento Zarrapastroso
Nacional.
De manera
que Santos perdió, en efecto, a un gran Vicepresidente, pero los zarrapastrosos
de Colombia encontraron en Angelino al líder natural que sabrá conducirlos bonitamente
por los aires de la Patria.
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