Está
circulando por las venas de la opinión pública nacional la noticia siguiente: “La
sociedad civil colombiana se alista para asestarles a las Farc un golpe
demoledor: un ataque que hará que sus fusiles se agachen y se silencien para
siempre.”
Las
reacciones no faltaron, desde luego.
Las
armas de la República mostraron su preocupación por lo que consideran “una
metida de patas de los civiles, pues, según la Constitución Política, las Fuerzas
Militares son las únicas encargadas de dirigir las relaciones entre el Estado y
las Farc, y decidir qué tan infinito va a ser el alargue del conflicto armado”.
Por
su parte, las Farc, que presienten que lo que les va a correr pierna arriba
será muy devastador para ellas, empezaron, según se supo, a adoptar las
estrategias de defensa siguientes:
Sus
jefes decretaron el acuartelamiento de primer grado en algún país vecino; y si
el acuartelamiento no llega a ser defensa suficiente, ordenaron también que todas
sus unidades entren luego en pánico general, y de ahí en adelante, de ser
preciso, emprendan una gran desbandada igualmente general.
“Porque
-según el informante guerrillero- las Farc le ofrecieron al pueblo colombiano
una revolución popular, y tras décadas de errores, lo más que hoy pueden darle
es una desbandada general.”
Tras
conocer todas estas informaciones, el ministro de defensa, Juan Carlos Pinzón,
decide mostrarse perplejo, y luego preguntarse: “¿En qué selva se realizará la
emboscada civil a las Farc? ¿Qué tanto
les va a doler a las fuerzas subversivas este golpe que se anuncia bastante mortal?”
Las
promotoras de la nueva y masiva movilización civil contra las Farc revelaron los
detalles de la arremetida fatal.
“Damos
a conocer cuándo y cómo se llevará a cabo nuestro ataque -dijeron los
promotores-, no para que el uribismo se apropie luego de la victoria que
obtendremos, sino para que las Farc sepan a qué atenerse y puedan así ejercer
su derecho a una defensa digna.”
El
cerebro del levantamiento contra las Farc es un grupo de mujeres que no por
nada se hace llamar Vírgenes por la paz
de Colombia.
No
hicieron públicas sus identidades porque, como ellas aseguraron,
“La virginidad
es cosa que reconstruimos cuantas veces nos dé la gana, pero la vida no.”
La
arremetida singular que ellas proponen a todos los colombianos es la siguiente:
“Somos
un pueblo con unas reservas orgásmicas inagotables, y con una capacidad de extracción
de orgasmos como no hay dos en el mundo.
“Pero
he aquí el meollo de la desgracia nacional: que desaprovechamos esa capacidad y
esa energía Quizá deba usted detenerse y
responder a esto: aparte del interés individual, ¿de qué le sirvió su último
orgasmo a los intereses de la Nación?
“Es
hora entonces de unir y dedicar millones de orgasmos a la causa suprema de la
paz de los colombianos.
“El
próximo 20 de junio será el Día del Gran Orgasmo Nacional por una Colombia sin
Farc.
“Ese
día es el del solsticio de verano, y el indicado por las potencias cósmicas
para aprovecharlo y tener uno o varios orgasmos, y dedicarlos todos a la
destrucción definitiva de las Farc.
“¡Que
ese día, nadie se duerma sin hacer su aporte!
“¡Que
ese día, millones de hombres y mujeres seamos un solo y magnífico orgasmo dedicado
a una Colombia libre al fin de violencia”
Hasta
aquí el comunicado de Vírgenes por la paz de Colombia.
Hagamos lo que ellas nos piden. Pues como alguien dijo: “Nada se pierde
con intentarlo. Quizás no logremos la desmovilización de las Farc, pero sí una
divertida y masiva movilización de espermatozoides.”
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